CRÍTICA FLASH 3×11: Dead or Alive
En «Dead or Alive» nos tomamos un break (de nuevo) de la historia principal, esta vez para darle el foco a Cisco. Y como la mayoría de los capítulos Cisco-céntricos, este episodio no decepciona. Lo que pensé sería otra batalla semanal contra el malo de turno se volvió una instancia de crecimiento personal para Cisco Ramon, el adorable geek que todos hemos llegado a querer, quien necesitaba un impulso de autoconfianza para seguir desarrollando sus poderes (los cuales cada vez parecen más impresionantes). Motivado por un impulso sumamente altruista de salvar la vida de H.R. Wells, Cisco emprende el desafío de llevar sus poderes al límite.
Son varios los puntos positivos del capítulo. La relación entre Cisco y H.R. parece haber llegado a un punto de inflexión en donde derechamente ahora podemos ver una amistad incipiente, cosa que antes no era más que una serie de diálogos fríos y un constante rechazo por parte de Cisco. La muy oportuna contribución de Julian en la estrategia para derrotar a Gypsy también demostró que el fastidioso forense tiene mucho que aportar al equipo (y tal vez tenga una oportunidad de redimirse por sus crímenes como Alchemy).
Barry intentó, en un punto, hacer de las suyas e impulsivamente tratar de vencer solo a Gypsy, resultando en un fallo que casi empeora la situación, demostrando lo que la serie hace varios capítulos al parecer está intentando transmitir: The Flash ha pasado a ser la historia del Equipo S.T.A.R. Labs más que la historia de Barry Allen. Si bien Barry es y siempre será el centro de todo, vemos que cada vez se está dando más protagonismo y tiempo en pantalla a sus amigos y aliados, logrando lo que a muchas series no logran: desarrollar a sus personajes, hacerlos crecer, hacer que evolucionen, y, en consecuencia, hacer que sintamos afecto genuino por ellos.
Si bien siempre tuvimos claro que de alguna forma u otra Cisco terminaría venciendo una adversaria que parecía imposible de vencer, el viaje hacia la batalla en sí no deja de ser importante para su desarrollo como personaje. Además, los saltos interdimensionales en la batalla contra Gypsy fueron un recurso muy ocurrente para hacerla más emocionante (puntos extra a los guioistas por agregar el cameo del edificio Catco del universo donde vive Supergirl). Además, el coqueteo entre ambos contrincantes durante la pelea la hizo divertida a la vez que emocionante.
The Flash parece estar volviendo a la fórmula del problema-de-la-semana, mientras aplaza la historia principal del regreso de Savitar y la muerte de Iris. Esto en sí no es un problema, en tanto siga presentando historias episódicas dignas de ser contadas, o donde exploren las relaciones entre personajes y su desarrollo personal, como fue el caso de «Dead or Alive».